playas Tenerife increibles

1. Las Conchas (La Graciosa)

Al norte de Lanzarote se localiza La Graciosa, una pequeña isla de apenas 29 km² perteneciente alarchipiélago Chinijo. A pesar de su reducido tamaño y de ser la menos poblada de las ocho islas canarias habitadas (cuenta con unos 660 habitantes), puede presumir de tener algunas playas espectaculares. Éste es el caso de Las Conchas, un arenal de 600 metros de longitud moteado con pequeñas conchas de colores que se pierden en las frías aguas turquesas del Atlántico. Las Conchasse sitúa en la costa septentrional de la isla, a donde se accede desde Caleta de Sebo, la capital, a pie (45 min.), en bicicleta (20 min), o en taxi (5 min.). El aislamiento de la playa invita a pasar el día completo en un entorno volcánico cargado de crudeza y que regala unas vistas impresionantes a las vecinas islas de Alegranza y Montaña Clara.

2. Famara (Lanzarote)

Con sus 6.000 metros de longitud, Famara es con diferencia la playa más larga de la isla de Lanzarote. Desde el pequeño pueblo de Caleta de Famara hasta las faldas del Risco homónimo, se extiende este vasto arenal de fuertes vientos que se ha convertido en una de las mecas mundiales de deportes acuáticos como el surf, windsurf o kitesurf. Asimismo, desde lo alto del macizo que ejerce de telón de fondo de la playa, son muchos los valientes que se lanzan con sus parapentes y ala-deltas. Por tanto, quienes más disfrutan de Famara son los amantes de los deportes extremos y aquellos a los que les guste pasear por la orilla del mar. Los atardeceres en este lugar son de una belleza sublime.

3. Sotavento (Fuerteventura)

Pocos litorales en el mundo gozan de la lindeza y majestuosidad de la costa majorera. Las playas del sur de Fuerteventura, y en especial las de la península de Jandía, son de las más hermosas de la isla. Sotavento es el mejor ejemplo. Una larguisíma playa, al sur de Costa Calma, de fina arena blanca, aguas cristalinas y una característica lengua de tierra de más de tres kilómetros de longitud que va paralela a la costa, originando una especie de mar interior de escasa profundidad ideal para iniciarse en el mundo del kitesurf y el windsurf. A pesar de lo ídilico del paisaje y de tratarse de una playa omnipresente en los catalogos turísticos de Fuerteventura, Sotavento conserva un paisaje virginal sin apenas construcciones aledañas.

4. Güi-Güi (Gran Canaria)

Gran Canaria aún conserva un reducto virgen entre sus más de 60 kilómetros de litoral playero. La playa de Güi-Güi, enmarcada en la reserva natural del mismo nombre, se localiza en el municipio de laAldea de San Nicolás, al oeste de la isla. Sus más de 800 metros de extensión han quedado ajenos a todo tipo de civilización debido a su difícil acceso, ya que el sendero más corto desde el que se llega hasta Güi-Güi supone entre hora y media, y dos 2 horas desde la localidad de Tasartico. No obstante,los menos aventureros pueden llegar hasta este paraíso en barco vía Mogán o La Aldea. Está prohibida la acampada y conviene tener en cuenta que su aspecto varía notablemente entre los meses de verano (arena) e invierno (grandes rocas).

5. El Ancón (Tenerife)

Esta es, quizás, la más salvaje del conjunto de playas de origen volcánico localizadas junto al valle deLa Orotava, en el litoral septentrional tinerfeño. Su arduo acceso descendiendo por unos acantilados resbaladizos, hace que este menos concurrida que sus playas vecinas: El Bollullo y Los Patos. Es de arena negra, nudista y está frecuentada por surfistas. Su maravilloso entorno es ideal para la práctica del senderismo.

6. Cofete (Fuerteventura)

En la parte occidental de la península de Jandía se localiza la que para muchos es la playa virgen más espectacular de las islas Canarias. Cofete es un inmenso arenal dorado, muy poco concurrido, que se extiende a lo largo de unos 12 kilómetros, incluyendo Barlovento, su prolongación. Su acceso es muy costoso y se realiza desde el pueblo de Morro Jable, desde donde sale un camino de sinuosas pistas a través del macizo de Jandía que llevan hasta la playa. Se puede llegar en turismo, no obstante conviene no bajar la guardia en la conducción porque la grava y los profundos barrancos pueden convertir el camino en una trampa. No obstante, la majestuosidad paisajística del lugar bien merece la pena el esfuerzo.

7. Charco Azul (El Hierro)

Pese a ser una isla con un carácter eminentemente rural, al margen del turismo de masas, El Hierrocuenta con un puñado de magnificas playas diseminadas a lo largo de su virginal costa. En el litoral norte de la isla, en el barrio de Los Llanillos (municipio de la Frontera), se localiza Charco Azul, una de las zonas de baño más auténticas de la costa herreña. Un lugar único compuesto por dos piscinas naturales enclavadas en una pequeña gruta submarina de poco más de 10 metros de largo por seis de ancho, junto a la que se ha habilitado otro charcón a cielo abierto.

8. Playa del Inglés (La Gomera)

A lo largo de los 90 kilómetros por los que se extiende el litoral de la isla de La Gomera se esconden innumerables calas y magnificas playas ubicadas entre espectaculares acantilados. La playa del Inglés, en la costa occidental de la isla, forma parte del municipio gomero de Valle Gran Rey, y es una de las playas más salvajes a la par que tranquilas de la isla. De arena negra y rocas, su fuerte oleaje la convierte en un lugar poco recomendable para el baño; sin embargo, se trata de una playa ideal para tomar el sol en un en entorno natural precioso, entre las montañas y el mar, donde el nudismo es una opción entre los que la frecuentan.

9. Benijo (Tenerife)

En el extremo norte de Tenerife, bajo los escarpados picos de la cordillera de Anaga, se ubica, la que para muchos es la playa más bella de la isla. A Benijo se accede desde el pequeño pueblecito que la da nombre, un caserío de apenas 25 habitantes enmarcado dentro del parque natural de Anaga. Compuesta de arena volcánica negra, cuenta con fama internacional por la práctica del nudismo y porque desde ella se pueden ver las formaciones rocosas de los Roques de Anaga, dos de los monumentos naturales más emblemáticos de la isla.

10. Maspalomas (Gran Canaria)

Dejando a un lado las de Corralejo (Fuerteventura), el mar de dunas por excelencia de las islas Canarias es Maspalomas. Enmarcada al sur de Gran Canaria, dentro de una reserva natural en la que conviven tres ecosistemas bien diferenciados: el palmeral, la charca y las dunas; la playa de Maspalomas es un gran campo de arenas doradas único en Europa. Su enorme tamaño da lugar al nudismo, al surf, a largos paseos, y sobre todo a disfrutar de unos amaneceres y atardeceres espectaculares.

11. Playa de La Francesa (La Graciosa)

Si en la costa septentrional de La Graciosa mencionábamos Las Conchas como una de las playas imprescindibles de las Canarias, al sur de la isla, la playa más apetecible es la de La Francesa. Situada a 50 minutos a pie de Caleta de Sebo, es una de las playas más transitadas de La Graciosa, a pesar de encontrarse completamente aislada. La Francesa se extiende a lo largo de 435 metros en un crudo paraje volcánico en el que corre la brisa marina y se aprecia el risco de Famara, en la vecina isla de Lanzarote.

12. Playas de El Cotillo (Fuerteventura)

Otra de las playas míticas de Fuerteventura es El Cotillo. Localizada en el noroeste de la isla, junto a la tranquila población pesquera del mismo nombre, se trata en realidad de un conjunto de playas que se suceden hacia el sur del pueblo. Playa del Castillo, playa del Aljibe de la Cueva, playa del Águila y playa del Esquinzo se han convertido en la meca del windsurf en la isla. No obstante, se trata de playas de fina arena blanca y aguas turquesas ideales para aquellos que prefieran tomar el sol antes que enfundarse el neopreno para practicar algún deporte acuático.